Aunque perdió en la primera ronda del WTA 1000 de Miami, la mexicana Renata Zarazúa mostró una mejoría notable, con mucha más movilidad y fortaleza en el momento de apoyarse, además de que ofreció más de un destello de ese estilo que la ha llevado a colocarse entre las mejores cien singlistas del mundo.
Quizás el marcador indique que fue apabullada por la estadunidense Ashlyn Krueger, 40 en la lista de la WTA, quien ganó 6-3 y 6-2 en 70 minutos, pero el objetivo de Renata este martes era otro: retomar la confianza, cuidarse y terminar un partido después de dos retiros seguidos por las molestias en la rodilla izquierda que la comenzaron a aquejar hace poco más de un mes.
Desde la tribuna del Grandstand en el Hard Rock Stadium, esta vez el apoyo llegó de su reducido grupo de trabajo, del cual se ha vuelto parte vital la osteóloga y kinesióloga que ha tratado a la mexicana a partir de que Zarazúa se cubrió la cara para salir alicaída de la primera ronda en Indian Wells.
Hoy salió de la cancha sonriente, sabedora tal vez de que su proceso de recuperación va por buen camino y de que hay confianza en la gente que la acompaña. A la 71 del mundo le queda decidir qué competencias le quedan mejor para este momento que vive dentro la larga temporada del tenis femenil profesional, colmado de opciones para las metas particulares de cada jugadora.
-Héctor Olivares (reportero/redactor FMT)
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