Luis Carlos Álvarez, de 20 años, no sólo tiene claro el objetivo de entrar de lleno al circuito profesional cuando dentro de un año concluya sus estudios universitarios en Estados Unidos, sino en convertirse en un ejemplo para las generaciones futuras que elijan el tenis como deporte.
Esta semana, Luis Carlos compite en Brasil después de llegar a segunda en el ATP 250 de Los Cabos, donde la evolución de su juego llamó poderosamente la atención.
En esta entrevista, nos comparte sus experiencias en el tenis universitario y en sus primeras incursiones en el profesionalismo.
-¿Cómo ha moldeado tu experiencia en la Universidad de Oklahoma tu forma de competir dentro y fuera de la cancha?
-La verdad es que me ha ayudado mucho en encarar la competencia. El tenis universitario es muy pasional allá, siempre quieren ganar en cualquier cosa, en cualquier deporte. Hay mucha gente en las gradas. En el colegio te dan las herramientas para salir a la competición y subir de nivel. De por sí a mí desde pequeño me gusta competir. No me gusta perder, obviamente, y la universidad me ha ayudado a fomentar esa experiencia y esa competitividad.
-¿Por qué elegiste la Universidad de Oklahoma, qué carrera estudias y cuántos años te faltan para terminarla?
-Porque tuve una muy buena conexión con mi entrenador y es una universidad que apoya mucho los deportes, desde el futbol americano, la gimnasia. Suelen estar colocados en el top ten de los deportes y eso genera muchos apoyos para aplicar en las instalaciones, en los equipos, y obtener los mejores resultados.
Nosotros hemos llegado a estar en el top 15 y en el top ten, nos va muy bien en ese aspecto. Evalúe qué escuela me iba a ayudar a crecer como persona y como tenista para empezar mi carrera profesional en el tenis al ciento por ciento luego de terminar mis estudios, y por eso la elegí. Estoy estudiando Negocios y me queda un año en esta etapa que ha sido de las mejores de mi vida.
-¿Qué aprendizajes del college tennis crees que te han preparado mejor para enfrentar torneos como Los Cabos?
-He tenido aprendizajes dentro y fuera de la cancha. Estar en tennis college me ha ayudado a ser una persona más responsable, más disciplinada, más enfocada. En estos tres años he evolucionado más como persona y me ha ayudado a tener una mejor perspectiva de lo que es el tenis profesional. Y dentro de la cancha me he enfrentado a experiencias como ir de visita a otra escuela donde hay mucha gente que te incomoda desde la tribuna, porque allá eso se permite, y aprendes a manejar la tensión, la presión. Yo, la verdad, siento mayor presión en tenis colegial que en el profesional.
-Estudias Negocios, ¿cómo imaginas que esa formación podría influir en tu carrera como tenista profesional o en proyectos futuros ligados al deporte?
-Me gustaría estar siempre en el deporte, en la cancha o fuera de ella. No he pensado mucho en la segunda opción. Siempre he tenido en la mira ser tenista profesional. Sin duda alguna estudiar esa carrera me ha dado otro enfoque para estar ligado al deporte de cualquier manera.
-¿Hubo algún momento durante el torneo de Los Cabos en que dijiste: “Sí, pertenezco aquí, al mundo del tenis”?
-Sí claro. A mí antes de cada partido me ayuda mucho visualizar cómo voy a jugar, cierro los ojos y me visualizo jugando el mejor partido de mi vida; también me ayuda escuchar música relajante, haciendo respiraciones profundas para sacar la tensión y llenarme de motivación y confianza. Luego veo mi teléfono, donde tengo guardados fotos y videos de mis logros, que mi papá me ha ayudado a crearlos, y eso me llena de motivación antes de entrar a la cancha.
Ya en la cancha, lo que hago mucho es botar la bola, cuento los botes y en cada bote trato de ver las letras o la marca de la bola, y eso me ayuda a olvidar la presión o si el punto anterior lo perdí y a estar enfocado en lo que estoy haciendo solamente. Yo soy de esas personas que siempre han pensado en que hay que soñar en grande. En cada año en Los Cabos he sentido que he mejorado respecto del anterior. Mentalmente me he hecho más fuerte y estoy convencido de que pertenezco a aquí.
-¿Cómo visualizas tu transición del college al circuito profesional? ¿Hay alguna etapa que te emocione especialmente?
-La visualizo como algo que llegado el momento sea natural y no me tome de sorpresa. Por eso trato de jugar torneos profesionales en los veranos y en los inviernos, cuando tengo vacaciones en la escuela, porque mi meta es al acabar la escuela empezar en el mejor ránking posible para que cuando empiece mi carrera como tenista profesional pueda entrar a los mejores torneos que pueda en ese momento y tener una base bastante fuerte para seguir subiendo en el ránking. Mi objetivo al graduarme en el college es estar entre los primeros 500 y ahí voy poco a poco.
-¿Como qué tipo de jugador quieres ser recordado?
-Pues más allá de querer ser recordado como un jugador que gane mucho o que tenga muchas victorias, quisiera ser recordado como un tenista que deja todo en la cancha, que siempre pelea todos los puntos, alguien que nunca se da por vencido, humilde, con los pies en la tierra, que le echa ganas todos los días en todos los aspectos de la vida y que sea un ejemplo para las futuras generaciones, para niños pequeños que me vean jugar.
-¿Hay alguna palabra que defina tu estilo o filosofía en la cancha?
-Una de mis palabras favoritas es “guerrero”, y entonces yo creo que esa es la palabra que me definiría en la cancha. También quiero disfrutar estar en la cancha, ser feliz allá adentro. Entonces sí, “guerrero” es una gran palabra que me describiría.
-¿A qué tenista admiras y por qué?
-De pequeño, mi papá me enseñaba partidos de tenis en la tele, entonces ahí vi a Nadal, y me identifiqué con su juego, de pelear todos los puntos. Fue cuando le dije a mi papá que quería aprender a jugar tenis y tomé a Nadal como ejemplo. Siempre he soñado ser como él. De hecho, cuando empecé en el club Mixcoac, que fue mi primer club de toda la vida, cuando me preguntaban “¿cómo te llamas?”, en lugar de decir “Luis Carlos” o “Luis”, decía “Nadal” por mi sueño de ser como él, y hasta me compraban mis playeras sin mangas como las que él usaba. Me identifico con él muchísimo como uno de los mayores ejemplos a seguir en el tenis y en todos los deportes.
-Héctor Olivares (reportero-redactor FMT).