Aunque perdió en la segunda ronda del Abierto de Australia por 2-6 y 3-6 ante la número cuatro del mundo, la italiana Jasmine Paolini, Renata Zarazúa volvió a dejar el corazón en la cancha y, lo mejor, mostrando avances notables en su juego, así como el carácter que se requiere ante una rival de la élite del tenis mundial.
En dos semanas, la mexicana ha tenido la oportunidad de medirse dos veces a jugadoras top 5 en el ránking de la WTA.
En el inicio de la temporada de 2025 se enfrentó nada menos que a la número uno y bicampeona del Australian Open, la bielorrusa Aryna Sabalenka, quien la superó por 6-4 y 6-0 en el torneo de Brisbane.
Pese al revés de este jueves en Melbourne, Zarazúa puede presumir que ya alcanzó un logro que ningún tenista mexicano, mujer u hombre, había concretado en 25 años: avanzar a segunda ronda en el Abierto de Australia, como lo hizo Angélica Gavaldón en 2000.
Renata jugó así su quinto Grand Slam consecutivo y sexto de su carrera. Ingresó al cuadro principal de manera directa por primera vez en su carrera profesional gracias a que a finales de noviembre pasado llegó hasta el sitio 51 de la clasificación mundial. Actualmente, ocupa la posición 70; en el ránking en vivo de la WTA se ubica en la 65.
Zarazúa entró sonriente a la Arena Rod Laver, la máxima arena de esta competencia, donde ya la esperaba una animada porra, entre la que se encontraban Santiago González y Miguel Reyes-Varela, quienes horas antes avanzaron a segunda ronda en dobles.
El de esta noche fue un duelo de quiebres de servicio, del cual la mexicana no consiguió los mayores réditos. Ella sumó tres rompimientos en igual número de oportunidades, pero Paolini se anotó seis de 11, lo que al final de la velada marcó la diferencia.
La mexicana sobresalió en todo el juego con passing shots, reveses y tiros paralelos que dejaron sin reacción a la italiana. Sin embargo, no logró sellar las múltiples ocasiones que generó para cambiar el rumbo del juego.
Paolini es una top ten, y para eliminar a una top ten, no se puede perdonar en la cancha.
El punto clave fue en el 4-3 del segundo set en favor de la europea. Ése fue el mejor momento de Zarazúa y el peor de Paolini, quien incluso se veía desesperada. Sólo que Jasmine es de esas jugadoras que en los momentos más oscuros encuentra la forma de regresar a la luz.
Así lo hizo: quebró el saque de la mexicana, superó el trago amargo y se encaminó, apenas por segunda vez en seis participaciones, a la segunda ronda del Aus Open.
Bastantes lecciones habrán obtenido en estas dos semanas Renata y su coach, el argentino Damián Patriarca, con miras a lo que resta del año, que es suficiente para encontrar el camino hacia una mayor mejoría y la consolidación tenística.
Mientras tanto, por su entrega, logros y dedicación, Zarazúa se ha convertido ya en un modelo a seguir por las tenistas mexicanas de categoría junior.
Su participación en el 113 Abierto de Australia continuará este viernes, cuando en equipo con la japonesa Miyu Kato jugará en la primera ronda del torneo de dobles en contra de las décimas sembradas, la estadounidense Sofia Kenin y la rumana Mónica Niculescu. (Por Héctor OLIVARES VEGA / Reportero FMT).